Composcan: Energía eléctrica a partir de heces caninas
Por Hugo Valencia Juliao
México, DF. 20 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Composcan es un proyecto mexicano que pretende ser un sistema integral de manejo para las heces caninas que se desechan diariamente en la Ciudad de México, esto con el objetivo de producir energía eléctrica mediante un biodigestor.
“Pensamos en cómo desarrollar un sistema que resolviera este problema, a tal punto que se convirtiera en un beneficio para la sociedad”, dijo el biólogo Fernando Leyva Hernández en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Los fundadores de Composcan son egresados de la maestría en Administración de Empresas Socioambientales en la Universidad del Medio Ambiente (UMA). Por ello, el biólogo Leyva Hernández, el maestro Alfredo Cuesta Godoy y el diseñador industrial Eduardo Olivares Guevara decidieron trabajar en este emprendimiento ya que detectaron una importante área de oportunidad en las heces de los perros.
"En la Ciudad de México radican aproximadamente dos millones de perros que generan alrededor de 700 toneladas diarias de heces. Es un problema de magnitudes enormes”, recalcó el cofundador de Composcan, Cuesta Godoy.
De esta manera, Olivares Guevara empezó a trabajar en el diseño y elaboración de un contenedor especial donde la gente pudiera depositar los desechos de su mascota, “para ello tuvimos que hacer una exhaustiva investigación que nos mostrara la costumbre de la gente en el cuidado higiénico de las heces de sus mascotas”, señaló Cuesta Godoy.
Según informaron, con esos estudios se realizó una estimación de cuántos contenedores se requieren por zona en el Distrito Federal.
“En la operación, Composcan se haría cargo de la recolección de los desechos que se hayan depositado en los contenedores durante el transcurso del día”, destacó Leyva Hernández.
Este sistema cerrará el ciclo completo, “desde que los residuos se depositan en los contenedores de Composcan hasta convertir el abono en energía eléctrica funcional”, aseveró Cuesta Godoy.
Actualmente, las autoridades han reconocido que este es un problema de salud pública. Dentro de los residuos se ha comprobado que se encuentran muchos parásitos que afectan la salud de la sociedad en general, explicó el biólogo Leyva Hernández.
Los residuos tienen la característica que al fermentarse producen gas metano. ”En especial, las heces caninas se descomponen rápidamente y pueden producir una gran cantidad de gas metano. Para hacerlo más eficiente, utilizaríamos un residuo vegetal para crear una especie de mezcla, con el fin de que la energía sea más abundante”, agregó Olivares Guevara.
La energía que se podría llegar a producir con las heces caninas beneficiaría a gran parte de la Ciudad de México. Con solo dos toneladas de heces se puede generar electricidad para más de cien casas diariamente, además de producir una gran cantidad de fertilizantes, detallaron.
El proyecto está en fase de pruebas y esperan que pronto puedan implementar el sistema en un espacio físico de la ciudad. “Estamos en pruebas piloto, pero ya es una realidad porque estamos muy cerca de cerrar los primeros contratos. Hay intereses grandes de que esto ya empiece a funcionar en beneficio de la sociedad”, aclaró el maestro Cuesta Godoy.
Los emprendedores mexicanos decidieron comenzar su proyecto en la Ciudad de México por practicidad, pero su objetivo a largo plazo es llevar esta idea a otras ciudades del país y del mundo. “Es un problema global, pero primero queremos atender a nuestro país”, enfatizó Cuesta Godoy.
De acuerdo con Leyva Hernández, el objetivo fundamental es tener una ciudad limpia, sin residuos y, por ende, tener una sociedad sana, libre de parásitos que afectan la salud de los mexicanos.
Para funcionar, Composcan requiere de los ciudadanos, por esto desarrollarán un plan para concientizarlos e invitarlos a depositar los desechos de sus mascotas en los contenedores especiales, “la sociedad tiene que entender que no solo es un problema estético, es un grave problema de contaminación del aire y de salud”, explicó.
No obstante, para Cuesta Godoy una de las dificultades que se ha presentado es la falta de información que existe, “no hay un censo real de perros en la Ciudad de México, del mismo modo no hay un registro de cuántas enfermedades derivadas de las heces caninas existen en el país, por esto, resulta fundamental crear conciencia en todos los niveles”.
Los clientes de Composcan serían instituciones de gobierno, como delegaciones, o asociaciones de colonos. Los especialistas coincidieron en que es muy importante que en México y el mundo se deje de depender tanto de los combustibles fósiles y se busquen nuevas formas de producir energías sustentables, amables con el medio ambiente.
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