Por Carmen Báez
México, DF. 1 de diciembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Reconocido en la década de 1980, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) representa la etapa más avanzada de la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el cual ha cobrado más de 34 millones de vidas en todo el mundo, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 1 de diciembre de 2004, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) lanzó la campaña Día Mundial de la Lucha contra el Sida como una ocasión para crear conciencia y celebrar los logros de las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En México se reportó el primer caso de sida en 1983 y desde entonces hasta noviembre de este año 235 mil 953 personas se han infectado del virus de inmunodeficiencia humana o desarrollado sida, esto según reportes del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida).
De acuerdo con cifras de esa institución, 95 por ciento de las infecciones se produce por vía sexual. Actualmente, se estima que más de 60 por ciento de las personas portadoras del virus son adultos de 30 años y más.
Estrategias en México para la prevención del VIH
De acuerdo con Carlos Leonardo Magis Rodríguez, director de Atención Integral del Censida, en los últimos años ha observado en los reportes epidemiológicos una disminución de las nuevas infecciones por transmisión sexual, y es que en el año 2000 se estimaban 15 mil nuevas infecciones por año, mientras que en la actualidad se reportan 700 infecciones.
No obstante refirió que se trata de una cifra aún elevada, pero se continúan estableciendo metas para llegar a su erradicación y estar en coordinación con la ONUSIDA para poner fin a la epidemia de sida en 2030.
A decir del nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la entrada de la epidemia en México en 1983 obligó a la creación del Conasida, hoy Censida, y cuyas primeras actividades se dieron en 1986 y 1987 con la prohibición de la comercialización de la sangre y la obligación de que todo paquete de sangre sea probado contra el VIH. Estas acciones, comentó, eliminaron la transmisión por transfusión sanguínea.
Compromiso para su erradicación
A decir del doctor en Ciencias de la Salud Pública, la meta para 2018 es eliminar en México la transmisión por VIH de madre a hijo. De 2013 a 2014, la transmisión vertical de VIH se ha reducido en más de 30 por ciento. "Desde 1994 se sabe que si la mujer vive con el virus y toma medicamentos contra este, puede llegar a disminuir a cero la transmisión", destacó.
Otro de los compromisos es reforzar el acceso al condón, dijo que en 1985 el uso de este en hombres era de seis por ciento, mientras que en la actualidad representa 70 por ciento; así como ofrecer tratamiento a las personas que se inyectan drogas y evitar el uso de las jeringas, otro medio importante en la transmisión del VIH.
¿Es posible vencer el VIH?
Hasta ahora la literatura científica registra a un hombre a quien se le diagnosticó VIH. Más tarde, a raíz de una leucemia recibió un trasplante de médula renal de un donador inmune al virus.
"Con esta resistencia, el paciente ha podido vivir por cuatro años sin tomar antirretrovirales y sin que este se activara. Es el modelo de cura funcional que se está esperando alcanzar. Hay estudios que buscan cómo hacer esto. Hay células que fungen como reservorio del virus. Se intenta encontrar algún medicamento que obligue que el virus salga de esta para acabarlo", comentó.
El especialista en salud pública destacó que en la actualidad existen diversas iniciativas científicas encaminadas a erradicar el VIH, por ejemplo, en el año 2009 se presentó una vacuna con una protección de contagio de 40 por ciento, lo que representa una fracción baja. "No obstante, se demostró que se podía prevenir algo y los investigadores básicos están tratando de potenciar ese fenómeno", dijo.
En la actualidad diversas investigaciones internacionales trabajan en el desarrollo de una vacuna preventiva contra el virus, que ayude al sistema inmune a reconocer el VIH y protegerse contra él.
Ejemplo de ello es la investigación que lleva a cabo la Red Cyted VIHVACD en la que participan investigadores de Iberoamérica para el desarrollo de una nanovacuna para la prevención y tratamiento del VIH, a través de técnicas de nanotecnología. En el desarrollo participa un grupo de investigación de la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), liderado por el doctor Correa Basurto, quien aseguró que se trata de un desarrollo tecnológico que pretender ser la primera vacuna preventiva en su tipo.
En el área de la salud pública, el doctor Carlos Magis destacó que uno de sus proyectos de investigación consiste en observar qué sucede en las entidades del país con menor y mayor tasa de mortalidad, esto para conocer y entender el fenómeno.
Asimismo, participa en la realización de ensayos controlados en colaboración con la Universidad de Tijuana y otras instituciones, para demostrar que ciertos modelos de prevención funcionan más que otros y puedan ayudar a disminuir la prevalencia de VIH.
Tratamiento para la prevención
Gracias al acceso del tratamiento antirretroviral, la esperanza de vida de un paciente diagnosticado con VIH que inicia con su tratamiento de inmediato, es de 40 años más de su edad actual; mientras que en 1995 la esperanza de vida era de un año.
"El fenómeno de prevención es importante. El medicamento antirretroviral en personas negativas (que no tienen el virus), si lo toman todos los días, el nivel de protección que da el medicamento es de 95 por ciento. El uso de medicamentos profilácticos tiene autorización por la FDA. Se están llevando a cabo estudios para ver cómo se incorporan al público y es que, aunque el condón protege en 90 por ciento, no todos los grupos poblacionales pueden utilizar un condón", comentó.
Por último, señaló que todas las personas entre 13 y 64 años con vida sexual activa deben de hacerse la prueba de VIH por lo menos una vez en la vida. Hombres que tienen sexo con hombres, trabajadores del sexo comercial y personas que utilicen drogas inyectables (incluyendo esteroides, hormonas o silicón) se deben de realizar la prueba por lo menos cada seis meses.
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