Visión científica y uso terapéutico de la marihuana
Boletín de prensa
2035/2016
Ciudad de México. 2 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Para los otomíes de la Huasteca veracruzana, la marihuana es una deidad que veneran en calidad de "santo" cuyo nombre es Santa Rosa; la consumen ritualmente y también se le ha asociado con otras deidades. Según el Atlas de la Medicina Tradicional Mexicana, la marihuana es una planta medicinal de uso antiguo cuya efectividad en el tratamiento de las reumas se ha corroborado de forma experimental al confirmar sus acciones desinflamantes y analgésicas.
La Cannabis sativa, originaria del Himalaya boreal y occidental, ha tenido un uso milenario, ya sea que se haya empleado con fines religiosos, recreativos, médicos e incluso textiles.
Actualmente su utilización está revestida de estigma, mitos y criminalización al ser la droga más consumida a nivel mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2013 había 180.6 millones de consumidores de cannabis en el mundo.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, la marihuana sigue siendo la droga de mayor consumo, pues representa 80 por ciento del uso ilegal de drogas. La Ciudad de México presenta el nivel de utilización más alto, con 61 por ciento.
En este contexto y en medio del debate sobre su legalización en el país, fue presentada una obra que aborda la epidemiología de su consumo, tipos de usuarios, factores de riesgo, impactos biológicos, sociológicos y sociales de su uso, programas preventivos y, finalmente, su uso medicinal y cualidades terapéuticas desde una mirada científica y rigurosa, según afirmó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers.
Titulado Marihuana y salud, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) y coordinado por el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, reúne a importantes especialistas en el tema quienes realizan una revisión sistemática de la planta, partiendo desde sus propiedades botánicas y farmacológicas hasta sus implicaciones sociales, culturales y legales.
SP/FV/2035/2016