Eloy Zepeda, una vida dedicada a la investigación genética

Por Claudia Karina Gómez Cancino

Tepic, Nayarit. 14 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Eloy Zepeda Carrillo es doctor en biología molecular en medicina, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y ha sido reconocido por la caracterización de genes de los nayaritas, relacionados con la propensión al colesterol, obesidad, adicciones y otros padecimientos.

Su inducción a la ciencia, dijo, fue desde la secundaria cuando obtuvo conocimientos sobre química y a pesar de que era una materia que le causaba dificultades, finalmente la siguió durante toda su trayectoria.

“Recuerdo que en la etapa de estudiante de secundaria tuve un maestro de química aquí en Tepic, muy duro, fue la materia más difícil en la secundaria, tenía pesadillas sobre la clase, todos los días nos preguntaba cosas; después tuve la suerte de estudiar en la preparatoria 13, una de las más prestigiadas, con excelentes maestros, y es ahí donde surge el interés por descubrir sustancias químicas que no se hubieran descubierto y ver si tenían aplicación, si hacían daño o si eran benéficas”, recordó.

Dijo que en ese periodo obtuvo buenas calificaciones en química orgánica, un profesor lo asesoró para que al estudiar la licenciatura, eligiera una carrera relacionada con ello; sin embargo, por las posibilidades económicas de su familia, pensó que no lograría realizarla.

“Creía que las cosas se descubrían con el microscopio, pero fue a raíz de charlas extraaula que el maestro me asesoró en las posibilidades del país para estudiar una carrera relacionada con la química, pero yo pensé que era imposible, puesto que provengo de una familia de escasos recursos, mi madre era ama de casa y mi padre mecánico, no era como para pensar qué era óptimo estudiar, no quería ser ingeniero químico”, expuso Zepeda Carrillo.

Pero su empeño e interés por la química farmacéutica lo llevaron a estudiar fuera del estado, porque en la Universidad Autónoma de Nayarit no existía la carrera.

“Entendí lo que son las sustancias químicas, pero no existía en el estado, y fue como tuve la posibilidad de informarme sobre esa carrera que sí había en el estado de Jalisco, así que estudié entonces la formación químico farmacéutico biólogo, pero ya egresado de ahí, me interesé en la investigación sobre farmacéutica”, relató.

Perfil docente

El investigador y profesor de la UAN regresó al estado para formar parte de la licenciatura de químico farmacobiólogo, donde contribuyó al diseño de la cartera curricular.

“En 1993 entro a la docencia, recién egresado. En ese tiempo, el doctor Lamberto Luna Delgado me pidió preparar el curso de química orgánica —la que ningún maestro quiere—, y estando en esa carrera daba curso de química orgánica general a alumnos de nuevo ingreso de la carrera de químico farmacobiólogo e ingeniería industrial, junto al químico Manuel Salinas, que me apoyó mucho”, declaró.

El sentido de pertenencia a la máxima casa de estudios del estado fue lo que lo orilló a iniciarse en la investigación, ya que para él, atraer conocimientos y ofrecerlos a sus alumnos ha sido una retribución al sitio que lo ha arropado durante 24 años.

“Qué más le puedo dar a la universidad, si hago lo que hace un docente cotidiano, dar clase a mis estudiantes, pues entendí que demostrarle a la universidad sentido de pertenencia, entusiasmo y tener 'la camisa bien puesta' era hacer maestría y posgrado, fue entonces como inició la inquietud y dar el saldo de la docencia a la investigación”, resaltó.

Además de la vida académica, el doctor Zepeda Carrillo compaginó su trabajo en el laboratorio clínico del Hospital Civil de Tepic, donde también inició su ejercicio profesional.

“Atendiendo pacientes en mi trabajo en el hospital fue donde nació la iniciativa de hacer un posgrado, no era sencillo porque tenía que dejar a la familia y conseguir los permisos, pero a raíz de un asunto familiar, un problema cardiovascular de mi padre en el año 1998, decidí aspirar a un posgrado en el área clínica y cursé la maestría en bioquímica clínica en Guadalajara”, narró el doctor.

A partir de este nivel académico, es cuando el investigador se interesó en las enfermedades cardiovasculares e incursionó en la investigación, sus líneas de trabajo estaban relacionadas con estudios sobre los lípidos en la sangre —en particular las lipidemias, en Tepic y la población de dos etnias: coras (náyeri) y huicholes (wixaritaris), pacientes que comúnmente atendía en el hospital.

La investigación como modo de vida

Sus primeras investigaciones —dijo el experto, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)— se centraban en el estudio de los niveles de colesterol, triglicéridos y otros padecimientos entre la población con factores de riesgo, como obesidad, hipertensión, tabaquismo, entre otros.

“La línea que cultivo es el estudio de las bases biomoleculares de las epidemias, y otra línea es lo referente al espectro de la enfermedad hepática, la interacción de genes y factores ambientales, cómo expresan su relación, la salud-enfermedad, para intervenir y prevenir enfermedades de mayor impacto en la población, como diabetes tipo 2”, detalló.

El doctor Eloy Zepeda estudia genes particulares, proteínas y cómo interactúan con factores ambientales como la alimentación, el consumo de alcohol, tabaquismo y la actividad física, para poder explicar los procesos de salud o enfermedad.

Los reconocimientos

El doctor Eloy Zepeda fue distinguido con la Medalla Nayarit a la Investigación Científica en 2003 y 2007, por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Nayarit (Cocyten), debido a sus estudios sobre genes y enfermedades crónicas en población huichol y mestiza de Tepic.

Uno de los trabajos con los que ganó la presea fue la descripción de una variante genética de los wixaritari o huicholes, que los hace vulnerables a presentar altos niveles de colesterol, pero que debido a su estilo de vida y dieta no desarrollan las complicaciones de este padecimiento.

“Estudié a individuos huicholes y mestizos de Tepic, en particular un gen, cuyas variantes se habían estudiado en personas de diversas partes del mundo, como la población caucásica, asiática y mexicoamericana radicada en Estados Unidos —el gen de la apolipoproteína E tiene tres variantes ApoE2, ApoE3, ApoE4—, y se sabe que el alelo ApoE2 era más frecuente en población caucásica y que está asociado con niveles altos de triglicéridos, mientras que la variante E4, de prevalencia en poblaciones africanas, se asocia con niveles elevados de colesterol y, por ende, con eventos cardiovasculares, principalmente infartos”, explicó.

Encontró que los wixaritari portan el gen de la apolipoproteína E con el alelo 4 pero no desarrollan colesterol alto, condicionado por su tipo de alimentación y ejercicio físico, presumiblemente.

Sin embargo, cuando estos migran a la zona urbana, cambian su alimentación, disminuyen la cantidad de ejercicio y se producen cambios metabólicos que se manifiestan con colesterol, triglicéridos y glucosa elevados, lo cual desencadenará enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2.

En el 2007, el doctor Eloy Zepeda fue nuevamente reconocido por su estudio sobre tres genes relacionados con el hígado, la metabolización del alcohol y cómo se relaciona con pacientes diagnosticados con cirrosis, donde encontró una variante genética conocida como citocromo CYP2E1, que entre la etnia huichol es el grupo humano más resistente a la aparición de la enfermedad.

“Y lo relevante fue el hallazgo de una variante alélica conocida como C2, prevalente en los huicholes, con una frecuencia superior a 50 por ciento —se sabe que en particular, los habitantes de China la portan en un porcentaje cercano a 30 por ciento—, que fue sobre el espectro de la enfermedad hepática por alcohol en el Occidente de México”, destacó.

Sobre ello, explicó que los huicholes son la población con mayor resistencia a la aparición de cirrosis por el consumo de alcohol, pero también, dijo, existe un subgrupo propenso a enfermarse, condicionado por factores genéticos, alimenticios y estilo de vida.

Estudios sobre las adicciones en la región occidente

Actualmente, el especialista investiga la relación genética de las adicciones en la población del Occidente mexicano, en específico el gen receptor de dopamina —neurotransmisor relacionado íntimamente con las adicciones.

“Este neurotransmisor se relaciona con las adicciones, entonces surge esta nueva vertiente e inicié las investigaciones sobre la variante del gen DRD2, que demuestra que, con ella, los portadores tienen mayor riesgo de ser adictos”, señaló.

El resultado de la investigación, afirmó, fue que este gen en México, particularmente en el Occidente: Jalisco, Michoacán, Colima, Nayarit y Sinaloa, cerca de 54 por ciento de la población porta esa variante.

“Hice un estudio hace cinco años para ver cuál era la frecuencia y distribución de esta variante en la población del Occidente de México, entre los que incluimos a nahuas, huicholes, mestizos de Tepic y Guadalajara; y nos llevamos una sorpresa, porque la frecuencia mayor se había reportado en España con cerca de 40 por ciento, y en nuestras poblaciones, la frecuencia de la variante del gen asociado con las adicciones fue de 67, 65, 51 y 48 por ciento”, resaltó.

Estudios sobre la diabetes

El doctor Eloy Zepeda actualmente estudia la relación entre la diabetes tipo 2, el consumo de alcohol y la variante genética de la población nayarita propensa a la enfermedad.

“Estoy estudiando cuál es el impacto del factor alcohol para el desarrollo de la diabetes y he encontrado que hay individuos que por su estructura genética son más susceptibles, pero también he encontrado que la propensión puede derivar del tabaquismo y particularidades del estilo de vida; pero este año tengo un proyecto de investigación para caracterizar los genes de los diabéticos del estado de Nayarit, mediante tecnología de vanguardia”, concluyó.

 

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